Después de una ruptura...¡Viaja!
- Natalia Broseghini
- 12 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Pues si quizás se escucha muy Eat, Pray and Love ( la peli de Julia Roberts) pero debo afirmar que tiene algo de cierto. Les cuento por el año 2014 sentía que mi mundo se iba por un hoyo puesto que la persona que más amaba (según yo en ese momento) había roto mi corazón en mil pedazos.
No conseguía comer, ni enfocarme en mi trabajo (que por cierto estaba empezando uno nuevo), solía llorar sola sentada en un rincón disimulando con los demás colaboradores que todo estaba bien y encima tenía que abrirme a conocer nuevas personas precisamente porque era una nueva etapa.
Al pasar los días me doy cuenta que en el trabajo hay un feriado, es allí donde entonces decido reservar un paseo de 3 días a una Isla vecina de mi país Costa Rica. Así fue como pasaron los días y en la madrugada tenía que esperar mi transporte que me llevaría a cruzar la frontera hacia Sixaola para cruzar hacia territorio Panameño.

Ya en territorio Panameño el viaje se hizo muy corto, llegue a un pueblo llamado Almirante donde tomé una lancha y me dirigí hacia mi lugar de sanación: Bocas del Toro. La experiencia ya la había tenido puesto que en años anteriores había ido en avión y con otra pareja, elegí ir al mismo destino puesto que ésta vez quería escribir una historia diferente.
Quería hacerlo por mi propia cuenta y con otro aire, con un aire de aventura, hacer la travesía de subirme a un bus, conocer nuevas personas, madrugar, salir a comer donde yo quisiera sin tener que pedir la opinión de nadie más, eso créanme no tiene precio.
No es egoísmo, al contrario se llama amor propio, cada vez que alguien me pregunta ¿y no te da miedo viajar sola? le contesto: miedo es dejar de vivir por temor a que algo pase. Tampoco es que una ande exponiéndose, ya seas hombre o mujer debes tener precauciones en cualquier lugar que visites incluyendo tu propio país.
Pero volviendo al tema de la sanación y por qué recomiendo viajar después de una ruptura o una situación desafortunada en tu vida. Lo recomiendo porque ahí es donde vemos de qué somos capaces, la vida siempre nos muestra lugares para poder renacer, existen personas que conoces por pocos minutos pero que te regalan lo más lindo de un ser humano; su sonrisa, su tiempo y sus historias.
Cuándo viajas sola primero pones en práctica tu disciplina, tu valentía de intentar cosas nuevas, te despejas de cualquier pensamiento negativo y empiezas a respirar un aire de nuevas oportunidades, es como si dejaras atrás todo lo malo que te sucede y que el viento lo llevara muy muy muy lejos.
Haces nuevas amistades, que quizá sólo sean por ese paseo o tal vez se conviertan amigos para toda la vida. Viajar sola es un regalo para el alma, para los sentidos es la fuerza que sale del interior de tu ser para poder regresar con otra actitud, renovada, libre de ataduras, fresca y lista para continuar.
Comments