Glamping en Hacienda Pozo Azul

A veces deseamos salir de la rutina y escaparnos un momento del día a día, sin pensar mucho en la logística o tal vez en un viaje largo para llegar a un destino. Pues les cuento para el día de los enamorados decidí regalar un detalle diferente y elegí una noche en las tiendas de acampar de Hacienda Pozo Azul.

Primero que todo no conocía Sarapiquí, segundo, nunca en mi vida había ido a acampar y tercero, pues fue una opción bastante cómoda y se ajustaba a mi presupuesto. Salimos un sábado por la mañana tipo 7 A.M para evitar algún imprevisto de camino, como es de costumbre en la ruta 32 nos encontramos una presa que duró aproximadamente una hora. Eso no nos detuvo así que empezamos a contar historias y cantar canciones, nos compramos unos patys (comida caribeña tipo empanada rellena de carne y un ligero picante) y al ratito habilitaron el carril para continuar por nuestro camino.

Ya en la ruta 32 nos desviamos carretera hacia Sarapiquí, no muy lejos de ahí pasamos por un río para refrescarnos y seguir con nuestro itinerario hacia Hacienda Pozo Azul. Un recorrido de 3 horas a lo mucho nos llevó al lugar, pasamos el puente donde se hace el Rafting y continuamos en carretera de lastre hacia las tiendas.

Bienvenida a Pozo Azul

Un rótulo nos daría la bienvenida, indicándonos que estaríamos en las tiendas. De inmediato procedimos a registrarnos donde muy amablemente nos proporcionaron un foco y las llaves de nuestra tienda, nos explicaron muy bien las actividades del hotel así como los lugares y áreas comunes. Procedimos a dirigirnos hacia nuestra habitación, como habíamos madrugado decidimos tomar una siesta para recorrer el sendero que está dentro de la propiedad.

Ya descansados nos internamos en el bosque, no habíamos salido de nuestra tienda cuando pasamos por el observatorio de aves y visualizamos un tucán, fue nuestro primer encuentro con el mundo natural dentro de la propiedad. Con el pasar del tiempo nos fuimos adentrando más y más hasta encontrar un pájaro carpintero, una mantis religiosa, un pato silvestre, un pájaro pescador, una rana blue jeans y una coral venenosa (ahí fue donde todas mis horas de ver Nat Geo surtieron efecto, se dice que si lees la palabra RANA, Rojo, Amarillo, Negro, Amarillo estás ante la presencia de nada más y nada menos que de una coral venenosa).

Terminamos nuestra caminata y nuevamente fuimos a descansar para luego disfrutar de nuestra cena tipo buffet la cual estaba increíblemente deliciosa. Nos fuimos a recorrer de noche el ranario y para nuestra sopresa pudimos sostener en nuestras manos la famosa ranita verde ojos rojos. Dos hermosísimas ranas se estaban luciendo ante nuestros ojos. Ya terminado el espectáculo nos fuimos a descansar.

A la mañana siguiente disfrutamos nuestro desayuno, siempre admirando las bellezas que Hacienda Pozo Azul ofrece a todos sus huéspedes, recorrimos una vez más la propiedad y nos fuimos con la mejor impresión de ésta modalidad de camping. Para personas como yo que necesitan un poquito de comodidades como agua caliente y luz, pero al mismo tiempo estar rodeados de la naturaleza es una opción que les va a encantar. Decidimos tomar otra ruta y salir por la zona del Volcán Poás, donde unos pizotes nos despidieron de nuestra aventura.